La columna de Marilén Fenoglio: «Ser celíaco y socializar: sí, se puede»

Salir con amigos, disfrutar de una cena o brindar en una reunión no debería ser un dolor de cabeza para quienes vivimos con celiaquía. Aunque enfrentamos ciertos desafíos, ser celíaco no tiene por qué significar aislamiento. Una de las claves está en la comunicación. Hablar abiertamente con tus amigos o familia sobre la celiaquía y explicar por qué no es una “moda” o una “elección” ayuda a generar empatía y comprensión. La mayoría de las veces, las personas quieren ayudarte, pero no saben cómo. ¡Y ahí entrás vos!

Acá te dejo algunos consejos para disfrutar de lo social sin descuidar tu salud:

Elegí lugares seguros: cada vez más restaurantes ofrecen opciones sin gluten. Investigar antes de salir te ahorra sorpresas. Podés proponer varios lugares a tu grupo para que puedan elegir ellos también.

Sé parte de la organización: si la reunión es en una casa, podés proponer llevar algo rico y seguro. De paso, mostrás que comer sin gluten también puede ser rico.

Llevá tu kit celíaco: galletitas, snacks o hasta una cerveza sin TACC pueden ser tus aliados en eventos donde no sabés qué habrá.

Educá con buena onda: cada encuentro es una oportunidad para que más gente entienda la celiaquía. No se trata de sermonear, sino de compartir desde la experiencia y rodearse de personas que nos quieren de verdad.

La celiaquía no tiene por qué ponerle límites a tu vida social. Con un poco de preparación y mucha actitud, se puede disfrutar plenamente sin poner en riesgo la salud.