La epidemiología de la enfermedad celíaca (EC) ha cambiado mucho a lo largo de los años. Hace algunas décadas se consideraba una enfermedad rara en los niños europeos y hoy sabemos que es una de las enfermedades autoinmunes más prevalentes con distribución prácticamente global y que afecta a pacientes de todas las edades.
Para realizar un diagnóstico el gastroenterólogo tendrá en cuenta la serología [anticuerpos como anti transglutaminasa tisular (a-Tgt) y anti gliadina deaminada], las manifestaciones clínicas del paciente (que pueden ser muy variadas dependiendo de la zona del intestino afectada), la histología (conocida a través de una biopsia de intestino delgado) y en caso de ser necesaria la predisposición genética (presencia o no de genes HLA DQ2/DQ8)
Los métodos diagnósticos han cambiado a lo largo de los años. En los primeros estudios el diagnóstico se basaba enteramente en la detección de síntomas gastroenterológicos típicos y en la confirmación a través de una biopsia de intestino delgado. La aparición de herramientas serológicas mucho más sensibles y específicas evidenciaron una frecuencia insospechada de formas clínicamente atípicas o aún silenciosas de EC. A fines de los noventa, en un estudio realizado en Italia, se concluyó que la relación entre los casos conocidos (previamente diagnosticados) y los no diagnosticados fue de 1 en 7. Además no todos los afectados presentaban la sintomatología digestiva clásica.
Estos resultados señalaron la existencia de un ‘iceberg celíaco’, con una minoría de casos que se diagnostican clínicamente y una mayoría que permanece sin diagnosticar (iceberg sumergido) a menos que se analicen activamente con screenings serológicos.
Hoy se estima la prevalencia global de la enfermedad en 1%. La distribución global se explica en que sus factores causales (los genotipos HLA predisponentes y el consumo de cereales que contienen gluten) muestran también distribución en todo el mundo. Sin embargo, hay muchos factores influyentes y su rol aún no está claro.
Distintos estudios han evaluado el costo beneficio de hacer un screening a toda la población pero aún no se ha demostrado que esto sea efectivo ni a qué edad debería realizarse. Por lo tanto la herramienta que tenemos hoy es una búsqueda activa en familiares y ante ciertos criterios diagnósticos teniendo en cuenta las presentaciones típicas y atípicas de la enfermedad.
En Argentina la prevalencia es de 1 cada 79 en población pediátrica (1,26%) y 1 cada 167 en población adulta (0,59%) con predominio en mujeres.
Actualmente no conocemos la prevalencia en la ciudad de Rosario ni en otras regiones de Argentina ya que la determinación de prevalencia de EC en población adulta realizada en nuestro país se hizo con habitantes de la ciudad de La Plata. Tal como se vió en otros países, la prevalencia en Rosario podría ser distinta al promedio. Conocerla es muy importante para la planificación de servicios de salud, la asignación de recursos y la toma de acción.